TU CIUDAD
Emigdio Valenzuela - 10/12/2008
Algo no se ha comprendido o sencillamente se prefiere actuar en sentido contrario, como en tantos otros casos. El Síndico le hace sugerencias a los comerciantes del Barrio Chino para que éstos resuelvan el problema de los estacionamientos en el sector. Uno no sabe entonces si reír o llorar, porque a quien corresponde la solución es al Síndico y no a los comerciantes. Por tanto quien se debe emplear a fondo para producir una solución rápida, es él y nadie más que él.
Debe entenderse que el problema de la escasez de parqueos no perjudica solo a los comerciantes del Barrio Chino, sino a toda la ciudad. No olvidemos que la nuestra es una ciudad carente de un servicio eficiente de transporte público, por lo que el automóvil privado sigue siendo el más idóneo de los medios de transporte. Demandado, ahora también, por un segmento cada vez mayor de la clase obrera. En un artículo anterior explicamos porqué el Síndico es el único responsable de la crisis actual en esa zona, pero en el hipotético caso de que no lo fuere, también le correspondería procurar diligentemente la solución.
Quizás el apoyo entusiasta que se le dio al Metro, en detrimento de la solución rápida e integral al transporte colectivo, revela falta de conciencia en éstos temas vitales de la ciudad. Cual que sea el caso, no existe ninguna excusa válida para que el Ayuntamiento evada su deber en el tema que nos ocupa. Cuando la Sindicatura anunció la construcción de instalaciones para el estacionamiento masivo en ese sector, estaba admitiendo la deficiencia de tales facilidades. Se entendía, además, como una compensación a la gran cantidad de localidades suprimidas.
Si estas se dejaron de construir sin explicación alguna, resulta cuesta arriba convencer a la ciudadanía de que la responsabilidad está en manos de los comerciantes. Todo indica que estamos en presencia de una mayúscula irresponsabilidad municipal.
