Miércoles 1 de Octubre del 2008, actualizado 12:21 PMSeñor director:
Luego de saludarle quiero expresar mi inconformidad como ciudadano ante el abuso de poder que está ejerciendo el Ayuntamiento del Distrito Nacional con los comerciantes del Barrio Chino.
Luego de casi cuatro años soportando polvo y lodo, y que sus ventas disminuyesen -estimo que en más de un 70%- pues qué comprador se aventuraría en las condiciones de suciedad en que estaba postrada esa importante arteria comercial a realizar ninguna compra, ahora que está reluciente, las autoridades municipales, talvez pensando en Francia o en España, han decidido prohibir el parqueo de vehículos frente a los comercios sin ofrecer ninguna alternativa, pues a diferencia de la calle El Conde, que sí dispone de dos enormes parqueos techados y vigilados, en la avenida Duarte no existe ningún lugar seguro donde parquear.
Por ejemplo, la semana pasada, sin saber de esta arbitraria decisión, fui a comprar varias mercancías y cuando iba a parquearme, en menos de 10 segundos, asómbrese, tenía sobre mí a tres oficiales de la AMET, dos policías municipales y dos policías de, supongo, operaciones especiales, pues vestían de gris, algunos de ellos en actitud amenazante y prepotente, pero gracias a Dios no pasó una desgracia.
Tuve que parquear a varias cuadras del comercio adonde iba y al regresar en menos de 15 minutos, ya me habían robado la goma posterior de mi vehículo, la cambiaron por un gato y a una camioneta parqueada más adelante le habían roto un cristal para robarle.
Entonces, ¿Dónde estaban esos siete representantes de las autoridades que no nos pudieron proteger por estar asignados a poner el orden y que nadie se pueda parquear, y qué ofertas de parqueo ofrece el distinguido Síndico, que parece estar mal asesorado?
Espero que la idea de las autoridades competentes no sea la de quebrar a todos esos comerciantes meritorios de la avenida Duarte, pues por otro lado tampoco creo que por permitir los parqueos como se estaba realizando días anteriores vaya a deteriorar la inversión realizada, pues entonces esos trabajos fueron muy mal ejecutados.
ING. PORFIRIO DANTES-CASTILLO/
Santo Domingo
Luego de saludarle quiero expresar mi inconformidad como ciudadano ante el abuso de poder que está ejerciendo el Ayuntamiento del Distrito Nacional con los comerciantes del Barrio Chino.
Luego de casi cuatro años soportando polvo y lodo, y que sus ventas disminuyesen -estimo que en más de un 70%- pues qué comprador se aventuraría en las condiciones de suciedad en que estaba postrada esa importante arteria comercial a realizar ninguna compra, ahora que está reluciente, las autoridades municipales, talvez pensando en Francia o en España, han decidido prohibir el parqueo de vehículos frente a los comercios sin ofrecer ninguna alternativa, pues a diferencia de la calle El Conde, que sí dispone de dos enormes parqueos techados y vigilados, en la avenida Duarte no existe ningún lugar seguro donde parquear.
Por ejemplo, la semana pasada, sin saber de esta arbitraria decisión, fui a comprar varias mercancías y cuando iba a parquearme, en menos de 10 segundos, asómbrese, tenía sobre mí a tres oficiales de la AMET, dos policías municipales y dos policías de, supongo, operaciones especiales, pues vestían de gris, algunos de ellos en actitud amenazante y prepotente, pero gracias a Dios no pasó una desgracia.
Tuve que parquear a varias cuadras del comercio adonde iba y al regresar en menos de 15 minutos, ya me habían robado la goma posterior de mi vehículo, la cambiaron por un gato y a una camioneta parqueada más adelante le habían roto un cristal para robarle.
Entonces, ¿Dónde estaban esos siete representantes de las autoridades que no nos pudieron proteger por estar asignados a poner el orden y que nadie se pueda parquear, y qué ofertas de parqueo ofrece el distinguido Síndico, que parece estar mal asesorado?
Espero que la idea de las autoridades competentes no sea la de quebrar a todos esos comerciantes meritorios de la avenida Duarte, pues por otro lado tampoco creo que por permitir los parqueos como se estaba realizando días anteriores vaya a deteriorar la inversión realizada, pues entonces esos trabajos fueron muy mal ejecutados.
ING. PORFIRIO DANTES-CASTILLO/
Santo Domingo
