lunes, 22 de septiembre de 2008

El bello misterio del barrio chino..




Señor síndico: favor no asesinar el bello misterio del barrio chino...
Carlos Francisco Elías

Quienes hemos vivido nuestra infancia y adolescencia en la Zona Colonial, sabemos muy bien lo que hoy significa el proyecto del Barrio Chino.

Estos proyectos son parte de esos misterios urbanos, que las grandes ciudades se gastan, integrados a los mismos vaivenes insulares que todos nosotros.

Los proyectos culturales en este país, su manejo, no es una tarea fácil, necesitan un marco de diplomacia y arrojo conciliatorio, para llevarse a cabo, que solo la providencia china (porque debe existir) puede dar cuenta.

En el rubro del amor a las ciudades, existe siempre ese dolor de ver la ciudad como la sueñas y constatar la realidad entre lo que sueñas y lo que vives día a día... En el aporte urbano que todos esperábamos, el Barrio Chino ha sido una de las soluciones ideales para que la avenida Duarte tuviera un mínimo, para decirlo de algún modo, de ornato y lucimiento.

Nuestro querido síndico (por quien nunca he votado) suele meterse en camisa de once varas, porque en su accionar autoritario, desconoce que su propio lema ("¿La Ciudad de Todos?") debiese tener una posible credibilidad y no esa jodedera permanente de rebeldías justificadas de gente que sí quiere su ciudad, vela por ella y porque vive en ella, tiene a veces, mayores sensibilidades para entender el tema de la misma.

Un político con buen sentido o noción clara de su elección (a no ser que haya tenido conciencia de que ha llegado ahí por el arrastre del PLD como fuerza política) evitaría no chocar a cada instante con sectores intelectuales que en este caso, no han errado al defender esta causa, que nos vincula a todos: porque el aporte de la emigración china, es parte del imaginario dominicano creador y en su momento, parte de esa memoria estará estampada en nuestra creación, no importa el género.

Pero cuando los funcionarios por elección llegan por arrastre a los puestos y a lo interno del partido que los postula, no tienen señalamientos críticos constructivos, que le permitan entender cosas que no entienden, sencillamente: estamos bien jodidos, porque en el proceso real se produce una ruptura entre la vigilancia del partido que lo postula y los resultados del elegido, en este caso el síndico -cómico- Salcedo...

Nada de lo que sucede me extraña: los invito a buscar el video del día 17 de abril 2008, inauguración del Barrio Chino, en plena campaña electoral; los lenguajes corporales eran evidentes: el truño del Secretario de Obras Públicas era disimulado y cordial, el del Síndico era más notorio, porque la Súper China-Criolla (Rosa Ng) dijo lo que tenía que decir esa noche, que para ella y su inmenso trabajo: era su gran noche...

Porque los proyectos necesitan almas irreverentes, bocas duras, frenéticas, desafiantes, incólumes: ese proyecto y todas sus consecuencias ha contado con los públicos desvelos de esa señora, que contra viento y marea de la mediocridad conocida ( porque lamentablemente este país tiene una gran industria de mediocridad, depende de sus soportes para irradiar sus heces), ha logrado el despegue de lo que hoy personas comunes podemos disfrutar y valorar...

Lo del parqueo en el barrio chino, es una necedad de una sindicatura que todavía no es capaz de mantener la Zona Colonial limpia, ese detalle entre sus logros no lo puede anotar.

El fracaso de los emprendimientos comerciales del Barrio Chino no tiene sentido porque contribuye al índice de desempleo del propio gobierno; si los carros allí no pueden estacionar: ¿Para qué hay negocios de comida en el Barrio Chino que por el momento son su fuerte?...

Este nuevo error se adjudica a un síndico que no tiene sensibilidad ni ante los muertos:

El tribunal de la Suprema Corte de Justicia, acogió un recurso de inconstitucionalidad elevado por Eugenio Pérez Montás, Guillermo Caram, Ramón Bona Rivera y Rafael Vidal Martínez, para anular las disposiciones del Síndico Salcedo, el 11 de septiembre los medios informativos virtuales e impresos, daban cuenta de esta información...

El Barrio Chino es un proyecto cultural que en su momento debido, tendrá la gastronomía como un elemento complementario, porque esa cultura es algo más que lo gastronómico: es fílmico, literario, pictórico y danzario. Cuando una ciudad tiene un espacio con estas características, no lo entorpece, todo lo contrario: lo ayuda a crecer.

Vaya esta Crónica Ciudadana, como apoyo público a un proyecto del cual debemos todos en esta ciudad sentirnos orgullosos, porque quienes son sensibles a una memoria urbana, sabemos bien que los emigrantes chinos y sus esclarecidas descendencias, compañeros de generación de muchos de nosotros, han sido un aporte fundamental a la historia de este país, entre el silencio y las flores de bambúes, aquí en sinfonías oblicuas de dignidad y trabajo, con nosotros se han quedado. (CFE).

Carlos Francisco Elías
Crítico de arte, periodista y cineasta. Ha colaborado con las principales publicaciones dominicanas.

cfelias@hotmail.com

Archivo del blog