lunes, 15 de septiembre de 2008


CRÓNICA DE UN ROSCA IZQUIERDA
Ramón Colombo
¡FUÍQUITI! ¡FUÍQUITI!
Algunas razones para que Roberto Salcedo deje de golpear al Barrio Chino con su fuíquiti fuíquiti:
• No es un simple espacio comercial (muy ventajoso y decoroso, por cierto), sino un proyecto cultural muy atractivo para la gente que vivimos en esta ciudad tan aburrida y
para muchos visitantes extranjeros.
• Es resultado de un hecho peculiar: es la primera vez que Beijing y Taipei contribuyen
conjuntamente con el embellecimiento de la ciudad de Santo Domingo.
• Tiene alto interés para el gobierno de Leonel Fernández, que procura ampliar sus
relaciones generales con China y acentuarlas con Taiwán, salga pato, gallareta o todo lo
contrario.
• Propicia la ampliación de las relaciones comerciales con China Popular (que le pregunte a Miguel Mejía, para que lo ilustre detalladamente sobre lo que eso promete).
• Dignifica la parte baja de la Duarte, la Benito, el “pantalón” José Reyes-19 de Marzo,
la José Martí y posiblemente el olvidado Este de la Mella.
• Es un espacio que en términos viales plantea condiciones que no afectan la vialidad
de la Duarte alta, cuyo tránsito se reduce en su entronque con la México.
•Nadie se ha quejado de que el Barrio Chino haya creado problemas de circulación, tapones, mentadas de madre y accidentes de tránsito.
• Esa comunidad chino-dominicana no merece ese fuíquiti fuíquiti pues está constituida
por gente trabajadora, que no delinque, ni trafica con drogas, ni escandaliza, ni ofende a este pueblo.
•Nadie tiene la culpa de que al Síndico y a su familia no les guste el ging seng, ni el chop-suey, ni el pato laqueado.
• Atacando al Barrio Chino no resuelve sus resquemores porque ellos no pudieron esperar la inauguración del resto de la Duarte, pues ya tenían funcionarios chinos que no
podían posponer su largo viaje a Santo Domingo.
El autor es periodista. CLAVE Jueves, 11 de septiembre de 2008

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