martes, 6 de enero de 2009


NO HABLANDO CHINO PERO DE BARRIO CHINO.

Dra. Amparo CHANTADA


Parece absurdo, pero hay que repetirlo: las políticas urbanas no pueden olvidar el elemento fundamental de la ciudad: el ciudadano que vive y hace su vida en ella, de no ser así, revalorizan la ciudad y “mandan” afuera los ciudadanos comunes. La peatonizacion se inicio en el entorno de los centros históricos (medioevo, calles sinuosas) para disfrute, para recreación, para la paz, que de no ser bien pensada, puede producir efecto opuesto a su objetivo fundamental: la accesibilidad, la movilidad y el disfrute simple. La peatonización está asociada forzosamente: 1. al cierre de las calles, 2. de centros urbanos 3. al tráfico motorizado privado. En algunos casos, se presta una bicicleta, en otros un trencito público recorre el lugar. De hecho se podría definir a la calle peatonal como aquel espacio exclusivo para los peatones, creado a partir de vías anteriormente destinadas a todo tipo de vehículos. No se trata de resolver puntualmente el conflicto entre peatones y vehículos, sino que este tipo de áreas buscan un nuevo modelo de accesibilidad y movilidad dentro del conjunto urbano, como parte de una ciudad.


La peatonización debe derivar hacia ejes claramente marcados por objetivos:

el centro histórico para el turista (la ciudad-museo), para el comerciante (la ciudad-hipermercado), el centro-ciudad del poder político o un centro histórico para la diversión nocturna (la ciudad-bar), lo realmente interesante es recrear una ciudad para vivir mejor, un centro histórico descongestionado para convivir, con sus comercios, sus oficinas, sus espacios lúdicos, donde se disfrute de la riqueza arquitectónica tanto para los que viven ahí como para turistas, para los mayores, para los niños,… Los llamados “residentes” no son una especie extraña que pernocta en una ciudad museo, son personas que viven con una limitación en su movilidad y que deben ser objeto de “protección” a través de políticas de financiación de la mejora ornamental de sus viviendas, de facilitar sistemas que faciliten su movilidad…

Por todo esto, no debemos de dejar de considerar, que las políticas de peatonización, son políticas sociales para mejorar el bienestar de los ciudadanos, sin embargo en la mayoría de los casos, se producen situaciones nada deseadas como la especulación urbanística, con la expulsión “económica” de los antiguos residentes y los “atracos” a los turistas.


El caso del barrio chino de Santo Domingo es muy diferente: se trata de un barrio sin ningun atractivo, dentro una zona desvalorizada, desde la Av. Duarte a la Av. Mella y sus calles adyacentes, en espera de “re-urbanizacion” por capitales que tardan en invertir en lo que se puede considerar el limite norte de la zona colonial, flanqueada por una muralla y un barrio excepcionalmente rico, como Santa Barbara. En eso, se parece al barrio chino de Nueva York.

El “barrio chino” es un espacio de la ciudad arrabalizado, donde residentes chinos en el país, se concentraron, seguramente por los niveles bajos de alquileres y por “la demanda en comida china”. Hace poco, no presentaba ningún interés por sus condiciones deplorables. Sin embargo, por iniciativa propia y con el apoyo de la SEOPC, el barrio decidió modernizarse, higienizarse y sobre todo recordar sus raíces chinas, convirtiéndolo en un paseo y un destino comercial. De hecho, con “la puerta china” se delimito un espacio de interés cultural y comercial, revalorizando casi inmediatamente, el precio del suelo y de todos los alquileres de los inmuebles. ¿Cuál fue el papel del Ayuntamiento en ese aspecto? Ninguno, se centro en el Parque Enriquillo y su entorno comercial provocando el inicio de una “reconquista de esa zona” seguramente ubicándolo como un punto estratégico capaz de desencadenar efectos en cascadas. Con razón, el barrio chino no quiere ser peatonizado, es un espacio urbano comercial rehabilitado en parte.

La peatonizacion debe ser parte de una visión global del transito y de la ciudad y una incorrecta política municipal de tráfico, puede significar el desplazamiento de conflictos hacia los bordes del área peatonizada, creando situaciones de desigualdad entre el usuario del vehículo privado que vive en ese lugar, del que vive en una zona alejada o creando condiciones de especulación que no busca la población residente.

Uno de los sectores más reticentes a la peatonización, fue el sector de los comerciantes, (Av El Conde en los 90’s) hoy día aparece, tras la experiencia de numerosas ciudades, como el primero interesado en crear un espacio propicio, capaz incluso de competir con las grandes superficies comerciales periféricas. Pero, una cosa es favorecer la accesibilidad y la movilidad a una zona de interés y que conyuga la centralidad urbana, otra cosa es, desconocer esas prerrogativas para imponer una política que produce, en un lugar inadecuado, efectos contraproducentes al uso comercial tradicional de la zona.

La peatonización debe convertirse en un punto de partida del problema de fondo que son las necesidades de movilidad y accesibilidad a una zona y en la compatibilidad entre el automóvil y la ciudad.

¿Que sentido tiene “peatonizar” una parte de la Avenida Duarte, prohibiendo el parqueo? ¿Por qué peatonizar una zona que no tiene interés arquitectónico? ¿Porque peatonizar una zona alejada, excéntrica, a la ciudad, sin que exista un transporte publico de calidad? ¿ Porque prohibir los parqueos si no son un obstáculo para el resto del transporte publico o privado de la ciudad? ¿Porque esa terquedad de querer imponer una norma si las funciones y los usos de la ciudad las definen las actividades cotidianas y cuando no entran en conflicto con el resto de la ciudad ¿PORQUE ENTORPECERLAS?

Quienes entendemos las relaciones sociales y económicas en la ciudad, percibimos detrás de todo esto, otro tipo de conflicto, seria bueno que no sea de tipo económico, porque el ayuntamiento de Santo Domingo, se ha ganado la mala fama de ser una mera oficina cobradora de impuestos, de multas y otros arbitrios. ……….Por cierto, en algunos casos, muy arbitrarios como en esa relación Amet-Ayuntamiento?
SOBRE LA DOCTORA AMPARO CHANTADA:
Licenciada. Maestría DEA y PHD en Ciencias Humanas mención geografía humana y organización del espacio por la universidad francesa La Sorbona (París). Graduada con distinción B en su doctorado que versó sobre “Los mecanismos del crecimiento urbano en Santo Domingo, 1966-1978”, y sobre numerosas publicaciones.
La Doctora Amparo Chantada es Premio Nacional de Ensayo 1987 y 1993:
Premio Nacional de Didáctica 2006 por su obra “Geografía de Santo Domingo”; “Medio ambiente, modelo de desarrollo y soberanía nacional” y “Didáctica de la geografía para profesores de República Dominicana”.
Es autora de un libro sobre urbanismo, otro titulado: “Canje de la deuda por naturaleza” y de otros inéditos.
La Dra. Chantada es de origen español, pero casó con el también ilustre Dr. Manuel Matos Moquete, novelista y catedrático universitario, por lo que adquirió la nacionalidad dominicana hace muchos años.
FLOR PARA TODOS*BARRIO CHINO DE SANTO DOMINGO